miércoles, 29 de diciembre de 2010

Cosas de la vida.

Sin duda la vida es bella, aunque a veces se encuentren dificultades en el tránsito por ella, aunque no soy lo que hubiese querido ser, no me puedo quejar, pues de acuerdo con mis posibilidades creo haber vivido a plenitud lo que dios me ha dado, la vida es una ruleta que va dando vueltas, hoy puedes estar arriba, maña de bajo, y en otro momento a medio camino y así sucesivamente, según te toque la suerte, como dios perdona todos nuestros errores siempre que te sientas arrepentido, nosotros debemos perdonar a nuestro semejantes y más aún a los que nos rodean en la vida diaria, pero hay cosas que por más que trato de buscarle la justificación no se la encuentro, cuando se ve a las claras que te están machucando y no te tienen ni una pizca de consideración, ni se reconocen tus esfuerzos, no pido recompensa por mis esfuerzos realizados en busca de adjetivos que van a beneficiar a todos, pero siempre es reconfortante y alentador saber que reconocen tú labor, no estoy de acuerdo tampoco que los favores que se hacen tengan que constituir una cadena que haya que arrastrar toda una vida, pero si no se quieren agradecer por lo menos no perjudicar, se dice que las personas recogen lo que siembran, pero eso no siempre sucede así, porque yo estoy seguro de haber sembrado toda la finca de mi vida de manzanos y hoy en parte estoy recogiendo espinos, espinos que hieren, no la piel sino el corazón, a veces cuando no pienso en Dios, me viene a la mente un pensamiento de un escritor, creo que es colombiano, se llamaba Vargas Vila , y dice, -- Quién hace bien siembra la ingratitud y cosecha el dolor, este pensamiento se ha cumplido en mi caso, y aunque yo prefiero no usarlo, porque no me apetece hacer el mal, comprendo que tiene algo de real, pero simplemente le dejare la tarea de juzgar, condenar o perdonar a nuestro salvador, Dios todo poderoso, para no llevar esta carga encima y así poder disfrutar de las partes hermosa de esta gran creación que es la vida.